sábado, 26 de marzo de 2011

Cumple-meses

Hoy cumplo tres mesitos... :) Un trocito para todos.

viernes, 25 de marzo de 2011

Olor a vacaciones

Ha entrado la primavera y con ella el buen tiempo y las ganas de vacaciones: movidas o tranquilas, en el campo o en la playa, con calor o buscando el fresquito...  La cosa es hacer algo diferente y las posibilidades, infinitas. Bueno, infinitas... aqui entra en juego la dichosa cartera, que nunca está a la altura de nuestros sueños. Menos mal que soñar en baratísimo jaja. Yo, de momento, me voy en sueños a esta maravilla de casa, con una estupenda piscina y tumbonas a su lado. Me faltaría un poquito de sombra porque, hasta a los sueños les ponemos pegas...

sábado, 19 de marzo de 2011

Cocinas











Ya os había dicho que me encantan las cocinas, no todas, pero casi. Tengo una colección de fotografías de cocinas enorme y hoy voy a compartir con vosotros unas cuantas. En general busco más la alegría que la funcionalidad (cosa que en general me pasa con todo, y no hablo solo de decoración jaja) y en las fotos que os traigo lo vais a ver claramente. En todas ellas me imagino trasteando y pasándomelo genial, y es que la cocina me parece uno de los sitios más divertidos de la casa si tenemos la suerte de tener una remotamente parecida a las de mis fotos. La mía dista mucho de ser así, pero la esperanza es lo último que se pierde...

sábado, 12 de marzo de 2011

La casa del árbol

¡Lo que hubiese dado de pequeña (y ahora también) por tener una casa en un árbol! En mi infancia, junto a mi hermana pequeña y mis primos, nos pasábamos la vida trepando a los árboles y por supuesto teníamos uno favorito, que era El Árbol, con mayúsculas. Si quedábamos en EL Árbol, no había duda a cual nos referíamos. Servía para todo. Incluso fue nuestra particular nave espacial de "Perdidos en el espacio" jaja. Ni que decir tiene que no teníamos nada que se pareciese ni de lejos a la foto que os traigo hoy. Un par de neumáticos, unos cojines viejos, cuatro cuerdas y un par de tablas podían servir para todo. No teníamos casa pero si una imaginación portentosa. Ahora que lo pienso, quizás nos vino mejor no tener casa para poder invertar mil y un historias... El que no se consuela es porque no quiere... :D